El próximo 26 de marzo se celebra el Día Mundial del Clima, una fecha clave para reflexionar y exigir cambios urgentes.
Mientras los gobiernos declaran emergencias climáticas y las empresas destacan su compromiso con la sostenibilidad, el mundo sigue destinando dinero público a la causa principal del cambio climático: los combustibles fósiles.
Subsidios fósiles: una incoherencia global
En 2024, los subsidios directos a los combustibles fósiles alcanzaron 1,3 billones de dólares, según la Agencia Internacional de Energía (IEA).
Si consideramos los costos ocultos (impactos en la salud, el medioambiente y el clima), el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el monto real supera los 7,1 billones de dólares, equivalente al 7,1% del PIB mundial. Esto significa que se destinan más de 800 millones de dólares por hora para sostener el colapso climático.
Mientras tanto, la inversión global en energías limpias en 2024 alcanzará los 2 billones de dólares. Aunque representa un avance, sigue siendo insuficiente si los subsidios fósiles continúan drenando recursos y distorsionando el mercado.
Consecuencias: un planeta al límite
El uso de petróleo, gas y carbón es responsable del 75% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (IPCC). Como consecuencia, enfrentamos:
✔️ Olas de calor extremas que ponen en riesgo la vida
✔️ Sequías e incendios forestales cada vez más intensos
✔️ Inundaciones devastadoras en múltiples regiones
✔️ Derretimiento de glaciares y aumento del nivel del mar
Cada grado que sube la temperatura nos acerca más al colapso ecológico.
Un ataque directo a la salud humana
Según el informe The Lancet Countdown 2024: Más de 7 millones de personas mueren prematuramente cada año por la contaminación del aire, gran parte atribuida a los combustibles fósiles. Además, el cambio climático favorece la propagación de enfermedades infecciosas como dengue, malaria y cólera. Los más afectados son:
✔️ Niños
✔️ Ancianos
✔️ Personas vulnerables en zonas de bajos ingresos
Estados Unidos y el riesgo de retroceso climático
En 2024, la candidatura de Donald Trump representa una amenaza para la acción climática global.
Durante su anterior mandato:
❌ Retiró a EE. UU. del Acuerdo de París
❌ Desmanteló más de 125 regulaciones ambientales
❌ Impulsó proyectos fósiles a gran escala
Ahora ha prometido:
🚨 Eliminar los subsidios a las energías renovables
🚨 Desmantelar la Inflation Reduction Act, la mayor inversión climática en EE. UU.
🚨 Priorizar los combustibles fósiles en su política energética
¿Por qué esto importa a nivel global?
✔️ Estados Unidos es el segundo mayor emisor de CO₂
✔️ Su retroceso desaceleraría la inversión en energías limpias
✔️ Debilitaría la credibilidad climática internacional
✔️ Fortalecería narrativas negacionistas en otros gobiernos
Las empresas ya no tienen excusas
Las compañías pueden y deben actuar con urgencia:
✅ Adoptando energía 100% renovable en sus operaciones
✅ Exigiendo a sus proveedores que hagan la misma transición
✅ Rechazando contratos energéticos de origen fósil, aunque sean más baratos
La tecnología ya está lista. Solo falta voluntad.
Un llamado urgente a la acción
En el Foro Económico Mundial de Davos 2024, Al Gore lo dejó claro: «Los gobiernos están subsidiando nuestra propia destrucción. Es una locura seguir alimentando el fuego con dinero público.»
Este Día Mundial del Clima, no basta con publicar frases inspiradoras. Necesitamos acción real:
✔️ Eliminar los subsidios a combustibles fósiles
✔️ Redirigirlos a energías limpias y justas
✔️ Exigir transparencia y coherencia a empresas y gobiernos
Porque el futuro no se negocia. Se defiende.