Si, sé que estás pensando, sería un desastre, despidos, cierre de fábricas, proveedores impagados, y un sinfín de calamidades. Lo sé, las he vivido…. Pero analicemos desde la óptica del mercado, del consumidor, de la comunidad….la primera pregunta que nos hemos de hacer es realmente ¿qué aporta mi compañía al mundo?¿que necesidad cubre?¿que valor añadido aporta mejor que los competidores?, probablemente si tu compañía sigue existiendo, habrán respuestas positivas a estas preguntas. ¿Pero realmente son las preguntas honestas que nos hemos de hacer para analizar la viabilidad de nuestra empresa?
Vayamos un paso atrás, ¿Qué es una empresa? O mejor ¿para que necesitamos las empresas?. Una empresa es una entidad organizada que se dedica a actividades económicas y comerciales con el objetivo de producir bienes o servicios y obtener beneficios. Las empresas son esenciales para la economía y la sociedad por varias razones fundamentales, como la creación de empleo, satisfacer la demanda de productos y servicios de los ciudadanos, contribución al PIB, etc…..en definitiva, la empresa debe ser un motor de bienestar social para su comunidad.
Entonces, ¿Cómo es posible que tras 200 años de revolución industrial y tecnológica (y con un progreso de la sociedad sin precedentes en nuestra evolución como sociedad), la desigualdad social no pare de crecer y un deterioro medioambiental galopante, pone en riesgo en la propia subsistencia de la especie humana? :
Desigualdad social: Un 1,5% de los adultos del planeta atesoran un 47,5% de la riqueza (los “ricos”), mientras el 40% de la población mundial (los “pobres”) atesoran tan solo el 0.5%, y la diferencia se agranda años tras año.
Deterioro medioambiental: En junio agotamos todos los recursos naturales para abastecer, la demanda creciente consumistas de los habitantes del planeta. Necesitaríamos 1,7 plantas para abastecer la demanda actual, y cada año se agotan antes.
Lo que está ocurriendo, es que las empresas han pedido la esencia del porqué fueron creadas, y se centran exclusivamente en maximizar su impacto en los resultados a corto plazo. No me gusta generalizar, pero esa es la cruda realidad.
Yo soy tercera generación de empresarios y economista, pero la realidad es que nos han “mal educado” a solo ganar dinero. Todos los estándares de éxito se basan en el cuanto y no en el “como” o “para que”.
Y allí subyace la gran pregunta, ¿Qué pasaría si tu empresa desapareciera? Realmente, siendo honestos, ¿Qué problema social o medioambiental soluciona tu empresa?. Si no hay una respuesta clara, muy probablemente, ¡¡no pasaría nada si tu empresa desapareciera!!
Es urgente que las empresas, sus empresarios y ejecutivos, tomen conciencia, y evolucionen sus empresas hacia la economía del propósito.
Economía del propósito:
La economía del propósito es un enfoque empresarial y económico que va más allá de la búsqueda exclusiva de beneficios financieros, integrando objetivos sociales y medioambientales en el núcleo de la estrategia de negocio. Este enfoque se basa en la idea de que las empresas deben contribuir de manera positiva a la sociedad y al medio ambiente mientras generan valor económico, o las tres “p” (people, planet, profit)
Las empresas con propósito, que integran objetivos sociales y medioambientales en su estrategia, obtienen varios beneficios que pueden impactar positivamente tanto a la empresa como a la sociedad en general. A continuación, se detallan algunos de estos beneficios:
- Mejora de la reputación y la lealtad del cliente
Reputación: Las empresas con un propósito claro y positivo disfrutan de una mejor reputación entre los consumidores, lo que puede traducirse en mayor confianza y lealtad.
Lealtad del cliente: Los consumidores son más propensos a ser leales a marcas que perciben como responsables y éticas.
- Atracción y retención de talento
Las empresas con propósito atraen a empleados que buscan trabajar en lugares alineados con sus valores personales. Esto es especialmente cierto para las generaciones más jóvenes, como los millennials y la Generación Z, que valoran la responsabilidad social corporativa.
Retención de empleados: Los empleados que sienten que su trabajo tiene un propósito significativo tienden a ser más comprometidos y leales.
- Innovación y crecimiento sostenible
Innovación: Las empresas con propósito a menudo fomentan una cultura de innovación, ya que buscan nuevas formas de resolver problemas sociales y ambientales.
Crecimiento sostenible: Estas empresas tienden a ser más sostenibles a largo plazo, ya que su enfoque en la responsabilidad social y ambiental les permite adaptarse mejor a los cambios regulatorios y de mercado
- Relaciones sólidas con los stakeholders
Inversionistas: Los inversores están cada vez más interesados en apoyar empresas sostenibles. Fondos de inversión que se enfocan en criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) están en aumento, lo que facilita el acceso al capital para las empresas con propósito.
Comunidades: Las empresas que invierten en sus comunidades locales pueden construir relaciones más sólidas y recibir apoyo de la comunidad, lo que puede ser beneficioso en términos de permisos y aceptación local.
- Resiliencia y mitigación de riesgos
Resiliencia: Las empresas con propósito son más resilientes ante crisis económicas y sociales porque tienen un enfoque a largo plazo y una base de stakeholders comprometidos.
Mitigación de riesgos: Al abordar problemas sociales y ambientales, estas empresas pueden reducir riesgos relacionados con la reputación, la regulación y la sostenibilidad operativa.
Conclusión
Hagamos que las empresas sean imprescindibles para solucionar los grandes retos sociales y medioambientales, y sigan siendo un motor de bienestar para las siguientes generaciones, distribuyendo la riqueza de forma ética, cuidando a los más vulnerables y regenerando el planeta.
Tengamos un propósito, vivamos ese propósito como una razón de ser como seres humanos, que velan por el prójimo y la comunidad…eso es éxito empresarial!
Las empresas con propósito no solo contribuyen positivamente a la sociedad y al medio ambiente, sino que también obtienen ventajas competitivas que pueden conducir a un mayor éxito y sostenibilidad a largo plazo. La integración de objetivos sociales y ambientales en la estrategia empresarial es cada vez más reconocida como una práctica esencial para el crecimiento y la resiliencia en el mercado actual.
En las próximas décadas, como pasó con la revolución industrial y la actual revolución tecnológica, las empresas líderes mundiales serán las empresas con propósito, de impacto social positivo, o simple mente no habrá planeta donde competir.
Un mundo mejor es posible con empresarial y ejecutivos con alma. Bienvenidos a la revolución social y medioambiental.
Ángel Bonet
Fundador de ImpactCo.
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