La DANA de Valencia y el papel de la empresas con alma

La semana pasada un alto ejecutivo, me preguntaba qué diferencia había entre el impacto social y lo que su empresa ya hacía para la sociedad…la respuesta fue muy sencilla, le pregunté si median su teórico impacto social, con la misma precisión que el impacto económico de su actividad, y si le daban el mismo nivel de importancia, evidentemente la respuesta fue negativa. 

Una empresa de impacto social, es aquella que tiene un propósito social y/o medioambiental y como consecuencia gana dinero, el máximo que se pueda…es decir una empresa con alma. 

El papel de una empresa con alma, frente a un desastre como la DANA en Valencia debería ser el de un actor activo en la recuperación y apoyo a las comunidades afectadas. Las empresas, como miembros importantes de la sociedad, no solo tienen la responsabilidad de proteger sus activos y empleados, sino también de contribuir de manera significativa a la recuperación y bienestar de los territorios en los que opera. A continuación algunos ejemplos de actuaciones requeridas y necesarias: 

1. Donaciones monetarias: las empresas pueden realizar donaciones económicas significativas a organizaciones humanitarias locales o globales que trabajan en el terreno, como Cruz Roja, Cáritas o bancos de alimentos.
2. Provisión de recursos: además del apoyo financiero, las empresas pueden donar recursos físicos como alimentos, agua, ropa, materiales de construcción y equipos médicos.
3. Apoyo logístico y operativo: las compañías con capacidades logísticas, como empresas de transporte, telecomunicación, energía, agua… pueden ofrecer servicios de entrega gratuita para suministros de emergencia. También pueden ayudar a organizar y gestionar el transporte de personas afectadas, y dotar de infraestructuras temporales, hasta que se reparen las estructurales.
4. Campañas de voluntariado: fomentar el voluntariado entre sus empleados para apoyar en tareas como la limpieza de escombros, la reconstrucción de viviendas, o la atención a personas vulnerables. Las empresas pueden organizar días de voluntariado pagados para este fin.
5. Programas de asistencia psicológica: el trauma después de un desastre puede ser duradero. Las empresas pueden financiar programas de apoyo psicológico para las personas afectadas, especialmente para niños y familias que han perdido sus hogares.
6. Alianzas estratégicas: formar alianzas con otras empresas, ONG y/o el gobierno para coordinar una respuesta más efectiva y maximizar el impacto de la ayuda.
7. Iniciativas de reforestación y reconstrucción: para las zonas afectadas ambientalmente, las empresas pueden invertir en proyectos de reforestación, restauración de ecosistemas y reconstrucción sostenible de infraestructuras.
8. Programas de recuperación económica: proporcionar líneas de crédito blandas o subvenciones a pequeñas empresas y emprendedores locales para ayudarles a recuperarse y reconstruir sus negocios.

Por suerte, España tiene un sentido de la solidaridad única en el mundo, y la clase empresarial se está volcando en ayudas y programas como: 

1. CaixaBank: Ha habilitado una línea de financiación de más de 2.500 millones de euros destinada a empresas de la zona afectada, facilitando la reparación de daños y asegurando la continuidad de sus actividades. Además, la entidad colabora con Cruz Roja y Cáritas, estableciendo una plataforma gratuita para la captación de donativos en favor de los damnificados.  

1. Amancio Ortega e Inditex: El empresario Amancio Ortega y su grupo Inditex han realizado una millonaria donación para aliviar la situación de los afectados por el temporal, demostrando un compromiso significativo con la comunidad valenciana en momentos de necesidad.  

1. Banco Sabadell: Ha activado un plan de medidas de apoyo para las familias y empresas afectadas por la DANA en la Comunidad Valenciana y aprobó una ampliación de 100 millones de euros de la línea de crédito a disposición de la Generalitat Valenciana.  

1. Fundación La Caixa: Ha movilizado recursos para apoyar a las familias damnificadas, proporcionando asistencia económica y facilitando el acceso a servicios básicos. Además, ha implementado programas de apoyo psicológico para los afectados, demostrando su compromiso con el bienestar de las comunidades en situaciones de emergencia. 

1. Fundación Mapfre: Ha destinado fondos para la reforestación de las áreas afectadas y la reconstrucción de infraestructuras comunitarias. Su experiencia en proyectos de recuperación ambiental es fundamental para mitigar los daños causados por el temporal. 

1. Fundación CEOE: A través de su proyecto «Empresas que Ayudan», está coordinando la solidaridad empresarial para canalizar donaciones y recursos hacia las zonas afectadas. Esta iniciativa facilita la colaboración entre empresas y entidades sociales, optimizando la ayuda brindada a los damnificados. 

1. MasOrange: Además de los trabajos para reestablecer las comunicaciones y programas de donación y voluntariado, la compañía proporciona a los clientes de todas sus marcas perjudicados un bono de datos adicionales para que puedan utilizarlo para ponerse en contacto con los suyos en estas trágicas circunstancias. 

Esto son solo algunos ejemplos de la cantidad de empresas que están aportando recursos y capital a esta catástrofe como hasta la fecha: Repsol, ACS, Apple, BBVA, Santander, Unicaja, Naturgy, etc…., ojalá no quede como un acto aislado, y todas las empresas tengan en su ADN el impacto social y el propósito, no solo cuando hay desastres como el actual. El rol de una empresa no solo debe ser reactivo, sino también proactivo. Esto significa no solo responder después del desastre, sino también trabajar en la prevención, el apoyo a la resiliencia comunitaria y la planificación a largo plazo para evitar o mitigar futuros daños. La clave es actuar con empatía, responsabilidad y en colaboración con todos los actores involucrados en la recuperación, la clave es que las empresas tengan alma, y que además de ganar dinero tengan un fin social y/o medioambiental.