En un mundo cada vez más consciente de los problemas sociales y medioambientales, las empresas están siendo evaluadas no solo por su rentabilidad, sino también por su impacto en la sociedad y el medio ambiente, es ahí donde está el valor de las marcas con propósito. Las marcas que se orientan hacia un propósito social o medioambiental pueden obtener ventajas significativas sobre aquellas que solo se enfocan en generar beneficios económicos, en termino de valor para los accionistas. 

Las marcas con un propósito claro y genuino, ya sea social o medioambiental, suelen disfrutar de una serie de beneficios económicos: 

  1. Lealtad del consumidor: los consumidores actuales, especialmente los millennials y la Generación Z, prefieren marcas que alineen sus valores con causas importantes. Un estudio de Cone Communications indica que el 87% de los consumidores comprarían un producto porque la empresa defendía un tema en el que creían, y el 76% se negaría a comprar de una empresa si encontraban apoyo para un problema contrario a sus creencias.
  2. Aumento en el valor de marca: un estudio de Accenture muestra que el 62% de los consumidores quieren que las empresas tomen una posición sobre temas sociales, culturales, ambientales y políticos. Las empresas que responden a esta demanda pueden ver un aumento significativo en el valor de su marca. Por ejemplo, el valor de la marca de Patagonia, conocida por su fuerte enfoque en la sostenibilidad medioambiental, ha crecido considerablemente, con un aumento del 40% en sus ventas en 2018 tras una campaña que promovía la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental.
  3. Atracción y retención de talento: las empresas con propósito suelen atraer y retener mejor a sus empleados. Según Deloitte, el 70% de los millennials dicen que una empresa con un fuerte propósito social influye en su decisión de trabajar para ella. Las empresas con una clara misión social o medioambiental suelen tener empleados más comprometidos y satisfechos, lo que se traduce en una mayor productividad y menores costos de rotación.

Hay multitud de ejemplos que demuestran esta tesis, como por ejemplo: 

Unilever: Bajo el liderazgo de Paul Polman, Unilever adoptó el Plan de Vida Sostenible, que buscaba duplicar el tamaño del negocio mientras reducía a la mitad su impacto ambiental. Entre 2008 y 2018, las marcas sostenibles de Unilever crecieron un 69% más rápido que el resto del negocio y representaron el 75% del crecimiento total de la compañía. 

Tesla: Tesla, con su misión de acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible, se ha convertido en una de las empresas más valiosas del mundo. A pesar de ser una empresa relativamente joven en la industria automotriz, su enfoque en vehículos eléctricos y energía limpia ha capturado la imaginación de los consumidores e inversores, llevando su capitalización de mercado a superar a la de empresas automotrices tradicionales. 

Danone: Con su programa “One Planet. One Health”, Danone ha integrado la sostenibilidad en su estrategia central. En 2019, Danone registró un crecimiento de ventas orgánicas del 2.6%, mientras que las ventas de productos con certificación B Corp crecieron un 4.8%. 

Conclusión, la revalorización de una marca a través de un propósito social o medioambiental no solo es moralmente correcta, sino también económicamente ventajosa. Las empresas que adoptan un propósito claro y genuino pueden disfrutar de lealtad del consumidor, aumento en el valor de marca y atracción de talento, superando a aquellas que se enfocan únicamente en generar beneficios económicos. En un entorno de mercado que valora cada vez más la responsabilidad corporativa, las marcas con propósito están mejor posicionadas para un éxito sostenido a largo plazo.