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La primera vez que escuché la palabra «Filantrocapitalismo», se produjo un cambio interno que ahora es parte de mí para siempre: comprender qué motiva a los millonarios a realizar donaciones.

Por mi profesión, tanto en ImpactCo, como en mi fundación Unlimited, estoy en constante debate filosófico con grandes patrimonios, es decir ricos debatiendo sobre un modelo, a todas luces insostenible de reparto de la riqueza. 

Vaya por delante que este artículo no pretende criticar a los afortunados millonarios que  fruto de su trabajo y esfuerzo han amasado una gran cantidad de capital, sino una reflexión en alto sobre el devenir de nuestra sociedad, con el modelo capitalista que lo sustenta, y que esta dejando una anomalía devastadora de desigualdad social creciente. 

Según el Banco Mundial desde 2019, está aumentado la pobreza en el mundo, que la sitúa cerca del 50% de la población mundial. 

Al mismo tiempo, la riqueza de los milmillonarios ha aumentado a un ritmo desconcertante. Desde 2020, con la pandemia y la crisis del coste de la vida, el 1 % más rico acaparó 26 billones de dólares (el 63 % de la nueva riqueza generada), mientras que tan solo 16 billones de dólares (el 37 %) llegaban al resto de la población mundial. Por cada dólar de nueva riqueza global que percibe una persona perteneciente al 90 % más pobre de la humanidad, un milmillonario se embolsa 1,7 millones de dólares. La fortuna de los milmillonarios ha crecido a un ritmo de 2700 millones de dólares diarios. Esto se suma a una década de ganancias históricas en la que el número de milmillonarios y su riqueza se han duplicado. (fuente: Oxfam) 

Los “filantrocapitalistas” duplicaron sus fortunas en la última década, según un excelente artículo de investigación de climaterra.org Filantro-washing: Los filantrocapitalistas duplicaron sus fortunas en la última década (climaterra.org)  

 Giving Pledge

«El Giving Pledge es un movimiento de 236 filántropos que se comprometen a donar la mayor parte de su patrimonio a causas benéficas, ya sea en vida o en su testamento. (…) pretende cambiar las normas de la filantropía entre las personas más ricas del mundo, inspirándolas para que den más, establezcan antes sus planes de donación y den de forma más inteligente. Esto se consigue en parte creando una comunidad en la que los firmantes del Compromiso puedan asistir a sesiones de aprendizaje, compartir buenas prácticas e intercambiar ideas para maximizar el impacto de sus donaciones.» 

En medio de este desajuste, a todos entender inmoral y que pone en serio riesgo nuestro modelo de bienestar futuro, miro con preocupación la manera de ver el mundo de las clases acomodadas, que no solo siguen ignorando este problema, sino que encima, en demasiados casos, utilizan la filantropía de una manera grotesca, como mecanismo de evasión de impuestos, donando una insignificante parte de su fortuna o lo que es peor, alimentado sus egos mediante museos con sus nombres, donde exponen sus colecciones de arte…… 

Insisto en no querer caer en la trampa demonizar a los millonarios que dan algo, simplemente apelo a una reflexión profunda de un modelo de reparto de rentas y dar igualdad de oportunidades que no funciona.  

Sueño con un mundo, donde todos tengamos las mismas oportunidades de progresar, que nadie por haber nacido en un país determinado, o haber heredado una fortuna, incremente las desigualdades. Con un mundo, donde el éxito no se mida por lo que tienes, sino por lo que te esfuerzas, y por lo que contribuyes a la justicia social. Sueño con una filantropía real y auténtica, que más allá de los egos, a través del impacto social, genere valor real social y regeneración medioambiental.  

Definición de la RAE de Filantropía: “Amor al género humano, también tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés propio”